“Marca empleadora” (Employer Branding) es un concepto quizá ajeno para quienes no están inmersos en el área de reclutamiento y administración de personal. Su origen viene de la década del 70 y empezó en Estados Unidos.
Cada vez más, las grandes empresas son conscientes de la importancia de ser reconocida de esa manera, ya que eso les aporta numerosas ventajas.
Por eso, hoy explicaremos qué es, su importancia y cómo se construye.
¿Qué es la marca empleadora?
La marca empleadora hace referencia a la reputación que tiene una organización con sus colaboradores; también a cómo se proyecta para posicionarse como una organización ideal para el desarrollo profesional.
Esa imagen se forja desde el interior de las empresas, al identificar claramente su propósito, metas, valores y comunicarlo; tanto a los actuales colaboradores como al talento externo que queremos atraer y a la sociedad en general.
Así, las personas se motivan a postularse a las vacantes laborales y también a permanecer en la organización.
Importancia de la marca empleadora
A lo interno, que una organización sea percibida como marca empleadora significa que cuenta con una buena cultura empresarial; ofrece beneficios tangibles e intangibles que son competitivos: tiene una sólida Employee Value Proposition (EVP) o Propuesta de Valor al Empleado.
Hacia afuera, la marca es bien vista, atrae talento y genera mejores expectativas de negocio.
La experiencia laboral resuena en muchos espacios, en el persona a persona, en redes sociales, en grupos profesionales. Con el tiempo se hace evidente qué tan atractivo es ser parte de la nómina de determinada organización.
¿Por qué construir una marca empleadora?
Una de las razones principales de construir una marca empleadora es generar compromiso en los colaboradores. Éstos al sentirse parte de un proyecto importante y que tienen beneficios más allá de lo monetario, son más productivos y se alinean al logro de objetivos.
En ese contexto, las empresas no sólo tienen el reto de destacar entre los competidores con el mejor producto o servicio. También es importante crear entornos saludables y desarrollar una cultura organizacional que permita retener al talento clave.
Para eso, es necesario saber ofrecer una Propuesta de Valor. Los profesionales no sólo se debaten entre ofertas que ofrezcan el mejor sueldo. Tus candidatos tomarán en cuenta otros elementos para una decisión.
En esa línea, hay valores intangibles como la oportunidad de escalar o especializarte; el ambiente laboral o la flexibilidad de trabajo, que son altamente apreciados por muchos profesionales.
Esto ocurre especialmente entre quienes tienen carreras muy demandadas y no deben esforzarse tanto en conseguir buenas ofertas. Por ello, cuando la empresa logra tal engagement se facilitan los procesos de captación de nuevos talentos.
En este sentido, la construcción de la marca empleadora debe partir de tener una misión, visión, valores y la cultura que conecte con los ideales de los trabajadores. Esto a su vez debe ser aplicado a los procesos operativos, la dinámica laboral y el ambiente de trabajo.
Para ello, se debe plantear el perfil del talento que se quiere atraer y retener; en especial cuáles son más propensos a ser rotativos y cuáles son primordiales.
Por otro lado, al trabajar esa imagen hacia el exterior, la comunicación debe estar enfocada en los grupos o zonas donde se pueda conseguir los distintos perfiles (universidades, comunidades, incluso otras organizaciones).
Por ende, la imagen de la empresa en el ámbito laboral debe ser coherente con la realidad de la cultura empresarial y ser fiel a lo que “vende”; así las expectativas de los interesados se ven cubiertas, entren o no al equipo de trabajo.
Grandes beneficios de tener una marca empleadora
El principal beneficio de contar con una marca empleadora es que te ayuda a atraer el talento que buscas. Por ejemplo, LinkedIn, Google ¿quiénes no desearían trabajar en esas empresas? Difícilmente tienen problemas para atraer a profesionales con alto grado de especialización.
A su vez, este tipo de prestigio hace que el personal desee mantenerse en la empresa, es bueno para su hoja de vida. Aunque en general, se supone que si la empresa trabaja en su posicionamiento en el ámbito laboral es porque cubre las expectativas del colaborador; así que es una decisión motivada por la satisfacción genuina.
Estos dos factores promueven la competitividad y crecimiento de la compañía, ya que fortalece el activo más importante, que es su capital humano.
Una forma de ser una autoridad en el ámbito laboral y lograr ser una marca empleadora es contar con la certificación Top Employer. Este instituto evalúa y valida la excelencia de prácticas de recursos humanos de las empresas a nivel global.
De acuerdo con un estudio de la agencia de investigación de mercados MWM2, un 61% de los profesionales participantes conoce este tipo de sellos; lo cual es sinónimo de confianza.
La dinámica se realizó en 12 países con 1.205 entrevistas, todas a profesionales con título universitario o master. Parte del foco del estudio estuvo en el impacto de la certificación Top Employer. Un 60% de los encuestados reconoce tener una mejor percepción de una empresa cuando saben que cuenta con ese aval.
En resumen, esto obedece a que confían en que hay más probabilidad de tener sueldos altos, cuentan con un liderazgo más fuerte, y son más innovadoras.
Conclusiones
Si buscas posicionar a tu empresa en el mercado laboral, uno de los métodos para hacerlo es conseguir una certificación Top Employer, pero antes necesitas tener una Propuesta de Valor para el Empleado.
Será el conjunto de beneficios que ofrece la organización lo que también ayude a maximizar la capacidad de una empresa para captar, motivar y fidelizar a sus colaboradores.
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